miércoles, 28 de enero de 2009

Me estoy enamorando de la Webb

Es justo decir que algunos poemas que puse en mi libro "Centellante mujer" fueron de relleno. Como algunos artistas ponen canciones sólo para terminar un LP, yo coloqué poemas sólo para llegar a cierto número escritos. Algunos fueron remozados, otros fueron puesto en bruto.

"Me estoy enamorando de Usted", formó parte de ese 'selecto' grupo de poemas de relleno. Debo confesar, eso sí, que al final no me arrepiento de haberlos puesto; todos, en alguna forma, tienen parte de mi cariño.

Este escrito, en particular, es un tanto plano, soso, insípido. No está dedicado a nadie y no fue inspirado en nadie. Tal como dije alguna vez, fue sólo un ejercico de anonimato. Ahora, lo rescato de ese gris anonimato, para dedicarlo a Roxana, por que sus versos, además de ser románticos, riman con su apellido. "Todas las flores se postulan a ser reinas de la primavera" pero sólo el tulipán puede reinar.

Me estoy enamorando de Usted

Mientras las nubes escriben prosa en el firmamento,
me asalta, de rondón, un extraño presentimiento,
me ahoga una metálica sed.

La madre rutina es cómplice de esta ansia guerrillera,
todas las flores se postulan a ser reinas de la primavera,
cada paso es un salto sin red.

Y yo que tengo afición por los bordes de los abismos,
me dejo esclavizar por la resaca de estos espejismos,
me estoy enamorando de Usted.

Los pájaros son improvisados cuartetos de viento,
y el presentimiento se vuelve sentimiento,
me entrego a su merced.

Y yo que soy un descarado asaltante de besos,
con el dedo infame en el gatillo le confieso,

me estoy enamorando de Usted, Roxanita Webb.

Escrita el 2 de julio de 2003, pero modificada el 28 de enero de 2009

martes, 6 de enero de 2009

¿De qué estás hecha?

¿De qué estas hecha?

¿De qué nube fuiste hecha?
¿De qué fina filigrana?
¿De qué costilla? ¿De qué cosecha?
¿Qué verbo te hizo carne soberana?

¿De qué amalgana provienes?
¿Cúal es el quid de tu hermosura?
¿Qué extraña magia mantiene
unida tu temple con tu ternura?

¿Qué angel te donó las alas?
¿Qué exacto matemático afino tus directrices?
¿Qué garbo, qué joyas, qué gala
hacen que vuelva a mis raíces?

12 de diciembre 2009


Hace mucho tiempo qué no escribía un poema del la inspiración a la pantalla de la computadora. Soy un escritor a la vieja usanza, requiero del papel y la pluma para que en la tinta nazca la inspiración. Sólo un poema, antes que este, había surgido directamente de la pantalla. Algo debes estar haciendo para que cambies mis paradigmas, linda presentadora de noticias. Este poema es tuyo.

domingo, 4 de enero de 2009

Hasta el lunes

Hace algunos años, alguien cantaba una canción tropical que tenía un coro que decía algo así: "Dame un beso que me dure hasta el lunes...", y en esa tonada se narraba la historia de un novio pueril que le pedía un beso tan apasionado a su amanda, para que el regusto le durara hasta el lunes siguente, después de un largo fin de semana. Es como decir "déjame una parte de ti en la boca". A pesar que yo no soy guapachoso, en cierta forma, disfrutaba la letra de la canción, me parecía una forma muy inteligente de decir a alguien que se le extraña.

Cuando se apaga mi tv, a las 8 de la noche los días viernes, me quedo con esa misma sensación. Debo esperas todo un ingente fin de semana para verte de nuevo. Pero yo, en cambio, me conformo con algo más sencillo que un beso. Un gesto, una sonrisa, un guiño.


Este poema, como muchos de los míos, cambió su nombre. Cuando escribí el manuscrito le puse "Cuando te vayas", sin embargo, rebauticé por que tengo ya algunos poemas que su título empieza con "Cuando", entre ellos: "Cuando me cantas", "Cuando te encuentres desencontrada", "Cuando la noche" y uno que tengo en el tintero, "Cuando se escucha de lejos". En fin, el caso es que al final lo nombré "Deja rastros de ti", que todavía no me convence.


Deja rastros de ti

Cuando te despidas,
cada viernes por la noche
déjame un poco de tu derroche
para aferrarme a la vida.

Cuando te alejes de mi lado,
como cada fin de semana,
no me prives de lo que te engalana,
de tu piel color acaramelado.

Cuando te vayas,
deja rastros de ti,
que sólo estoy en calma si
te veo sonreír en la pantalla.

Siempre que digas adiós,
dilo con tono augusto,
para que se alargue el regusto
del encanto de tu voz.

Cuando estés al fin distante,
déjame retazos de esperanza,
con ese detalle me alcanza,
para verte, el lunes, radiante.

Cuando te vayas,
deja rastros de ti,
que sólo estoy en calma si
te veo reinar tras la pantalla.


San Salvador, 2 de enero de 2009

viernes, 2 de enero de 2009

Poemas mutantes

Estos poemas (en plural) tiene una historia muy particular. Lo escribí en un estado de ánimo un tanto extraño, pero no tan depresivo como el que indican sus versos: estaba un poco exaltado por que el viernes de la semana en la cual lo escribi, una persona muy querida por mi se iba del país, y se llevaba parte de mi corazón en su equipaje. El punto es que cada vez que le leo, le cambio algo del texto, cualquier cosa, sin importar el momento espiritual que me embargue. Y han habido tantas versiones que ya no llevo la cuenta de cuántas.

El estribillo original, escrito en abril de 2004, es este:

Escribo porque no encuentro otra manera
de seguir cargando este ataúd.
Escribo porque callo a gritos
escribo porque te necesito,
porque eres mi primavera.

Escribo ‘cause I Love you.

Y el poema final (aunque dudo que se quede tal como está) es este:

Con toneladas de tristeza.

Escribo porque estoy en coma,
porque no me encuentro ni a mi mismo,
escribo lleno de rasguños y hematomas,
inerme, desconsolado, al borde de tu abismo.

Escribo porque no doy más pelea,
porque me rebasa la impotencia,
escribo porque sube la marea
porque cargo con tu insulsa penitencia.

Escribo con toneladas de tristeza,
escribo como respuesta al frío,
para armar este macabro rompecabezas,
escribo para no saltar al vacío.

Escribo porque no encuentro otra manera
de escapar de este mal chiste,
escribo porque callo a gritos,
escribo porque te necesito
cuando la verdad es una fiera.
Escribo por que no hay respuesta a lo que reprocho,
y si marcas al 7XXX.0438,
te contestará alguien muy triste.

Escribo porque hay muchas heridas,
escribo porque me atraganto,
escribo porque sobran las batallas perdidas,
escribo ante tanto espanto.

Escribo por amor a amarte,
escribo para disimular las patrañas,
escribo sólo para acorralarte
con rencores como pirañas.

Escribo con toneladas de tristeza,
porque tengo borrascas en ciernes,
escribo porque tengo la certeza
que una parte de mi morirá el viernes.

Escribo porque no encuentro otra manera
de escapar de este mal chiste,
escribo porque callo a gritos,
escribo porque te necesito
cuando la verdad es una fiera.
Escribo por que no hay respuesta a lo que reprocho,
y si marcas al 7XXX.0438,
te contestará alguien muy triste.

jueves, 1 de enero de 2009

Mensaje en una botella

En su último disco, el cantautor filipino-español Luis Erduardo Aute le dedicó una canción a Sharon Stone titulada ´Alone whit you´. Cuando un periodista le preguntó si haría algo para que la actriz se enterara de ese homenaje, él, con una metáfora que me parece impresionante, dijo (no recuerdo cada palabra, pero si el fondo): "No pienso hacer nada directamente para que se entere que existo o que existe dicha canción, pero me gustaría que este mensaje viaje en el mar de las multitudes, en el océano del boca a boca, como una botella y que llegue a sus manos... Cuando me hable su agente para insultarme, me sentiré más que satisfecho". Más que una idea estrictamente filosófica, la he tomado como un estilo de vida: en lugar de llenarnos de orgullo y decir lo que hacemos, debemos dejar que nuestros actos hablen por nosotros, menos cháchara y más acción.

Yo estoy viviendo una historia similar con este blog, en lugar de decirle a "ella" que he dedicado una letanía de halagos, prefiero sentirme lleno sólo con el simple hecho de hacerlo. Si "ella" llega a posar sus ojos sobre él, me sentiré eternamente satisfecho. Es como si mi mensaje en una botella llegara a su orilla.

Esto me sirve de introducción para presentar un poema que escribí hace un rato ya, que fue adaptado para ser incluido en mi segundo poemario: "Centellante mujer", y que le da el título a esta entrada del blog. Con Ustedes, "Mensaje en una botella"


Este mensaje no lleva el paisaje de tu carita,
no pude ponerle el maquillaje de tu gracia,
se queda corto en adjetivos para decirte “bonita”,
tu faz es mi gula favorita, por antonomasia.

Este recado no ha dado todo de sí mismo,
pero no oculta que va dedicado a una princesa
que rebosa de belleza de mil espejismos,
que me empuja a un abismo, como a una presa.

Este mensaje en una botella
quiere llegar a tus manos
para decirte que eres la más bella,
y el inane que lo escribe, insano,
quiere vivir a la luz que destellas.

Esta misiva añora el confeti de tus fiestas,
extraña los fuegos artificiales de tus pestañas,
y para competir con los golpes de primor que me asestas,
te regala un eclipse de azulejos y telarañas.

Este memorando se anima a rimas consonantes
para igualar la poesía de tu mirada arisca que me pellizca,
no es un repertorio de versos conversos y atorrantes,
hace bastante con pedirte, de tu amor, una pizca.

Este mensaje en una botella
quiere llegar a tus manos
para decirte que eres la más bella,
y el inane que lo escribe, insano, quiere vivir a la luz que destellas.


Escrito en San Salvador, el 29 de aagosto de 2007