jueves, 26 de julio de 2012

Un poema para el jueves


Este poema lleva algunos años confinado en un borrador, no sé si ya está terminado, no sé si está a la mitad, no sé, incluso, si vale la pena.

Pero, en honor al síndrome de los jueves, lo publico.


Hambre inombrable.

Prescindo de las llaves y los huertos,
prescindo de las brújulas y los astrolabios,
mi nave sólo llega a buen puerto
cuando desemboca en el filo de tus labios.

Apriétame entre tus piernas,
sáciame esta hambre innombrable,
que mi lengua explore tu caverna
y que no sirva solo para que hable.