domingo, 28 de diciembre de 2008

Montones de Tulipanes

Por tus postres, por tus entremeses,
por tus pies que bendicen lo que pisas,
por tus luces y sombras, por tus panes y peces,
por la sinfonía que se escapa de tu risa.

Por la seda de tu cabello, por tus ojos con magnetos,
por los pliegues de tu piel de terciopelo,
por tus caricias, por tus consejos, por tus vetos,
por tu ira, por tus mañas, por tus celos.

Por tus feromonas, por las notas de tus boleros,
por tus silencios, por tus cuchicheos, por tus gritos,
por tu Big Bang, por tu meridiano cero.

Por tu cruceta, por tu fe, por tus ademanes,
por todo eso, y en anonimato, te remito,
montones de Tulipanes (rufianes).

Por tus orejas, por tus rodillas, por tus caderas,
por tus amaneceres y ocasos, por tus días y noches,
por tus jardines, por tus llanos, por tus laderas,
por tus caprichos, por tus antojos, por tus reproches,

Por tus mieles, por tus sustitutos de besos,
por la gracia de tus despistes, por tus sueños fluorescentes,
por tu peso mosca, por tus conatos de excesos,
por tu paladar, por tu comisura de fresa, por tus dientes.

Por tu inocencia, por tu verso, por tus cosquillas,
por tu cadencia, por tus manos, por tu rocío,
por tu sabor a chocolate, por tu sarta de maravillas.

Por tu Richter, por tu efecto dominó, por tus huracanes,
por todo eso, y cobardemente, te envío
Montones de Tulipanes (rufianes).

Versión irreverente del Poema "Montones de Tulipanes", que fue dedicado a Niyme Monge, y que hoy usurpo. Escrito en San Salvador, el 7 de febrero de 2005

sábado, 27 de diciembre de 2008

¿Por qué Tulipanes para Roxana?

Cada día, cuando mi reloj ronda las 19 horas, mi televisor se enciende (literal y metafóricamente) al destellar la sonrisa de una musa, bella como un angel recién madrugado, de piel color caramelo, de ojos brillantes como un millón de diamantes. Tal gracia me deja atónito, inerme, inesperadamente dispuesto a admirar.
Y mientras la cadencia de su voz me hipnotiza con noticias lejanas, me encariño del vaivén de su enigmática gracia, elevada a la n-ésima potencia por la luz de los reflectores (daría mi vida por ser esa luz que le roza el rostro).

¿Por qué Tulipanes para ella?

Existe muchas flores, cada una con sus caráterísticas bellezas, olores extravagantes y multiformas que las haces únicas, irrepetibles. Pero sólo hay una flor, con tal magnificencia, con tal amonía y con tal perfección que puede compararse a esa sílfide. Sólo el tulipán osa igualar la belleza de Roxana. Con todos los espectros del arcoiris, exóticos, delicados, fascinantes, lejanos.

¿Por qué Tulipanes para Roxana?

Porque Roxana, con su belleza de diosa, los merece más que nadie; porque Roxana, con su descomunal belleza de diosa, los merece todos.